Introducción: definición de evaluación.
Según Lukas y Santiago (pp. 91-92, 2009) (tr.):
"la evaluación es el proceso de identificación, recogida y análisis de información relevante – que podrá ser cuantitativa o cualitativa -, de manera sistemática, rigurosa, planificada, dirigida, objetiva, creíble, fiable y válida para emitir juicios de valor basados en criterios y referencias pre-establecidos para determinar el valor y el mérito del objeto educativo en cuestión con el fin de tomar decisiones que ayudan a optimizar dicho objeto."
En aplicación de esta definición general de evaluación educativa a lo que sería la evaluación de los aprendizajes (o del alumnado si se prefiere) podríamos destacar estos requisitos:
- Es un proceso que incluye la identificación, recogida y análisis de la información que el alumnado nos proporciona sobre su aprendizaje.
- Debe ser sistemática, rigurosa, planificada, dirigida, objetiva, creíble (muy importante), fiable y válida.
- Nos debe permitir emitir un juicio de valor para determinar el grado de aprendizaje alcanzado en base a unos criterios pre-establecidos (los criterios de evaluación).
- Debe facilitar la toma de decisiones para mejorar el aprendizaje.
La cuestión es cómo, en nuestros centros educativos regidos por una normativa, se pueden dar esos requisitos.
A lo largo del capítulo, desarrollaremos todo esto en dos epígrafes:
- Marco Legislativo y conceptos fundamentales.
- Instrumentos de evaluación de los aprendizaje.
Y concluiremos con un vídeo donde podrás revisar, repasar y profundizar en lo explicado anteriormente.